El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha mencionado hoy por primera vez tres palabras que han hecho saltar las alarmas. “Tercera Guerra Mundial”. Lavrov lo ha hecho en condicional, como posibilidad de que llegue a producirse, algo que según el ministro involucraría “armas nucleares” y “sería destructiva”, informa la agencia de noticias RIA.
Lavrov ha advertido además de que Rusia no permitirá que Ucrania obtenga armas nucleares. Vladimir Putin lanzó una invasión de Ucrania la semana pasada en lo que llamó una operación especial para desmilitarizar y “desnazificar” el país, una justificación que Kiev y Occidente han tildado de falacia y propagandística.
Mientras, Kiev y Járkov son ya el escenario de la guerra en Europa. Las dos ciudades más importantes de Ucrania sufren los bombardeos continuos del Kremlin desde que este martes las tropas rusas incrementaran su ofensiva para sitiar estos dos enclaves.
A primera hora de este martes, una lluvia de misiles impactaba contra diversos edificios de Járkov y la Universidad Nacional. La ciudad, completamente devastada tras dos días de ataques sin cese, luce hoy muy diferente a como lo hacía hace tan solo una semana.
Esta misma mañana barrios residenciales de Kiev también han sido bombardeados, según han informado las autoridades ucranianas. Concretamente, las zonas de Rusanivka, a pocos kilómetros de la céntrica plaza Maidán, en Boiarka y también en Zhuliany.
Además, el impacto de un proyectil contra la torre de comunicaciones de la capital provocaba la muerte de 5 personas y causaba conmoción en una población que resistía tras más de una semana de guerra en la que las tropas rusas habían fracasado al tratar de sitiarla.
EEUU se mantiene vigilante
Mientras, Estados Unidos, que ha cerrado su espacio aéreo a las aereolíneas rusas, se mantiene en el mismi nivel de alerta aunque vigilando los movimientnos rusos. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha prometido que hará “pagar un precio” por la invasión de Ucrania a Vladímir Putin, y que conseguirá “salvar la democracia” de los retos que enfrenta dentro y fuera de Estados Unidos.
La guerra en Ucrania ha centrado parte del primer discurso de Biden sobre el estado de la Unión, en el que ha anunciado su decisión de cerrar el espacio aéreo a Rusia, como ya han hecho Canadá y la Unión Europea. “Putin está más aislado que nunca del resto del mundo”, proclamó el mandatario ante los legisladores de ambas cámaras del Congreso estadounidense.
Además, Biden insistió en que sus medidas y las de los aliados de EEUU conseguirán “asfixiar la economía rusa”, y anunció que el Departamento de Justicia estadounidense tomará más medidas para acorralar a los oligarcas que permiten al Kremlin financiar su guerra. “Encontraremos y decomisaremos sus yates, sus apartamentos de lujo, sus aviones privados”, recalcó dirigiéndose a los oligarcas rusos.