“Yo nunca pensé que sería capaz de eso. Yo no estoy orgullosa de lo que hice, pero al menos sé que no va a lastimar a nadie más”, se sinceró Sarah Sands, de 38 años, tras ser liberada de una prisión en Reino Unido luego de cuatro años encarcelada
Sarah Sands, una madre soltera de Reino Unido, salió en libertad tras pasar cuatro años en la cárcel, acusada de matar al vecino pedófilo que abusó de uno de sus cinco hijos.
Inicialmente, Sands había sido sentenciada a 7 años y medio por el asesinato de Michael Pleasted, de 77 años.
“Yo nunca pensé que sería capaz de eso. Yo no estoy orgullosa de lo que hice, pero al menos sé que no va a lastimar a nadie más”, dijo esta semana a The Sun la mujer que fue acusada de homicidio involuntario.
“Yo no soy una mala persona, pero sé que hice algo malo. Yo nunca lo he negado y he sido castigada”, añadió la entrevistada.
“Yo nunca mataría de nuevo. Yo no me veo a mí misma como una asesina”, aseguró.
“Pero no me arrepiento de lo que he hecho. Yo era una madre desesperada por proteger a mis hijos”, puntualizó.
Madre apuñalo a abusador sexual de su hijo con un cuchillo
En 2015, Sands fue condenada por el crimen. La mujer de 38 años apuñaló a Pleasted con un cuchillo en su apartamento.
“Yo recuerdo haber tomado un cuchillo e ir donde Mick”, relató.
“Yo lo estaba tratando de convencer para que se declarara culpable de modo que Bradley no tuviera que testificar”, explicó Sands.
“Mick abrió la puerta y sonrió. El se mostró engreído y abrupto”, describió.
“El no me estaba escuchando. Estaba frío. Un hombre diferente al que había sido mi vecino”, agregó la británica.
“Yo le di un golpe en la frente con el cuchillo y él me agarró. Yo perdí el control. Yo no podía dejar que nadie más resultara herido, alguien tenía que proteger a los otros”, narró.
Las autoridades no le hicieron caso a la madre
La mujer declaró que trató de buscar ayuda de las autoridades para detener al abusador, pero no le hacían caso.
Pleasted era un pedófilo con 24 condenas por delitos sexuales en un periodo de 30 años.
Poca gente lo sabía porque el hombre se había cambiado el nombre y algunos de sus crímenes se remontaban al periodo antes de que se creara el registro de ofensores sexuales.